jueves, 25 de julio de 2013

Segunda parte. ¿Por qué cometemos los mismos errores vida tras vida?

También menciona Barbara Ann que posteriormente observo un cordón que se forma en el cuarto chakra que se conecta con todos los chakras inferiores y superiores, por lo que hay conexión antes de nacer y después de fallecer. Existen en el mundo espiritual más allá del mundo  tridimensional, por siempre,  sin disolverse nunca.

El estado de estos cordones relacionales con los que interactuamos con otras personas, reflejan el tipo de relación, sí es positiva y armoniosa, son gruesos, firmes, resistentes y de colores claros y brillantes. Los cordones sanos permanecen conectados por siempre pase lo que pase.




Si la relación es insana, sin individualización, no deja avanzar, progresar, desarrollarse, monótona, lenta, no permite los cambios y causa dependencia física, emocional, mental y espiritual a la otra persona, con el  paso del tiempo esta relación se fortalece, probablemente llena de odio y resentimiento, los cordones de esta relación son gruesos y de tonalidades, pardas a oscuras. O en el mejor de los casos los cordones pueden estar con el paso del tiempo agotados, débiles, fáciles de romper así como es la relación.



Heyoan el guía espiritual de Barbara, refiere que son 5 clases de cordones eternos: 1) los del alma, 2) los de experiencias de vidas anteriores, 3) los  genéticos, 4) los relacionales con los padres, 5) los relacionales con otros seres humanos.
Los cordones del alma nos conectan con nuestro verdadero origen  y esencia, mediante ellos nos conectamos con Dios o lo que creas que es Dios, guías espirituales y seres de luz, por siempre; aquí cabria decir que “Somos seres Espirituales en cuerpos físicos y no Cuerpos físicos queriendo ser seres espirituales” En este cuarto nivel aprendemos a conocernos a nosotros mismos, al reino vegetal, animal, al Planeta, a lo que creas que es Dios.        



Cada uno de nosotros desde el nacimiento tenemos un cordón energético de nosotros mismos hacia nosotros mismos, esta primera relación puede ser positiva, sí nos amamos este cordón será fuerte y brillante; o tener una relación negativa, de rechazo, por lo general inculcado por parte de los progenitores, nuestro cordón será delgado débil y menos brillante.


Los cordones de vidas anteriores nos conectan con las personas que conocimos en otra vida, a veces sentimos que a esa persona ya la conocemos, pero no damos exactamente ¿en dónde la conocimos?|




Los cordones genéticos: en el plano espiritual, el primer paso, lo da el bebé que escoge a su futura madre, después  con ahínco trata de conectar su cordón energético al 4°chakra del corazón de ella. Sí ella desea tener un hijo esta conexión se logrará, (esto no quiere decir que ella, desea el hijo en ese instante, sino que desea en algún momento de su vida, esto basta para que su corazón de abra y esté lista para el embarazo, en cualquier periodo de su vida), en  caso contrario: la mujer tiene miedo a embarazarse por cualquier motivo presente o de otra vida, no se embarazará en ningún momento; hasta que localice ese miedo y lo confronte.


Los cordones relacionales con los padres; Barbara Ann Brennan explica que ha tenido la oportunidad de ver nacer niños y con ayuda de su elevada percepción extrasensorial observar como todos los niños al nacer tienen cordones energéticos que se conectan con sus padres a semejanza de un cordón umbilical, cuando el niño es adoptado forma otros cordones con sus padres adoptivos, pero los cordones de los padres biológicos nunca desaparecen,  con cada relación que tenemos se forman cordones energéticos hacia esa persona y de esa persona hacia uno. Al finalizar nuestra vida tenemos una red de cordones energéticos de todas las personas que conocimos en vida.





Los cordones relacionales con otras personas: del lado derecho formamos los cordones energéticos de todas las relaciones, empezando con el padre y de todos los hombres que conocimos en nuestra vida. Sí hay relaciones positivas con hombres, por ejemplo nuestro padre, hermanos, esposo etc. nuestro lado derecho del cuerpo físico trabajará de maravilla, si por el contrario hubo una relación no tan buena con alguno de ellos, habrá bloqueos energéticos del lado derecho que se pueden convertir en malestar y llegar a enfermarnos, de igual forma generamos cierta aceptación, rechazo o dificultad a todo lo que significa “él = masculino” (el trabajo, el estudio, el amor, el deporte, el matrimonio, el dinero, el socio, el jefe, el arrendador, etc.)



Del lado izquierdo se forman los cordones energéticos de las relaciones con mujeres empezando con la madre; sí las relaciones son positivas, el lado izquierdo de nuestro cuerpo generará  una hermosa vibración a nuestra aura, de lo contrario tendremos bloqueos que se proyectaran como una vibración tenue y descolorida a nuestra aura, tendremos molestias y/o enfermedades de ese mismo lado; así mismo proyectaremos  agrado o desagrado a toda relación con lo que significa “la = femenino” (la casa, la vida, la salud, la superación, la maestra, la empleada, la vecina etc.)


Barbara Ann Brennan menciona que los cordones energéticos que nos atan en las relaciones son los que se forman de chakra a chakra, es decir del primer chakra al primer chakra de otra persona, y así sucesivamente; los del 3er. chakra son los más dañados, ya que en la mayoría de sus pacientes los encontraba enredados o sueltos, más tarde comprendió que  al desenredarlos y repararlos “la persona sabe quién es en el universo”, (función psicológica del 3er. Chakra) la consecuencia inmediata, se desbarataba la dependencia insana en las relaciones. Sus pacientes le confiaron que no solo ellos cambiaban su forma de interactuar en la relación, sino que las otras personas también cambiaban.




Las relaciones positivas son aquellas que nos permiten ser seres individualizados, que interactuamos con otros seres, que nos permiten crecer, nos apoyan para desarrollarnos, hay comunicación, se recibe y también se da energía positiva (amistad, comprensión, ternura, solidaridad, amor, etc.)



Las relaciones negativas son aquellas que no permiten la individualización sino la posesión, no permite la interacción con otros seres hay desconfianza, celos personales como profesionales, no existe la comunicación asertiva, está bloqueada la interacción de dar y recibir energía positiva.


Cuando uno interactúa con otra persona y la diferencia vibratoria es muy grande, la comunicación es casi imposible, a menos que una de las personas tenga la firme intención positiva de equilibrar esta diferencia, ya sea bajando la vibración para elevar la otra de manera consciente, o de manera consciente subir la vibración para alcanzar la vibración elevada, esto se logra por medio de los sentimientos profundos como el amor, la amistad, la justicia, la libertad, la paz, la verdad, la fraternidad, etc.


Las personas enfermas tienen bloqueos en su campo energético por eso es que están enfermas, por lo cual, necesitan absorber la energía del campo energético de las personas que los cuidan, por eso es muy desgastante para una sola persona cuidar a un enfermo de gravedad, todo el día y por largo tiempo; esto es más sencillo si es cuidado en la casa con su familia, porque la suma de los campos energéticos de todos los integrantes de la familia y sus cuidados, ayudan a elevar la vibración del campo energético del enfermo ayudándolo a recuperarse más rápido y fácilmente.


Las personas que trabajan atendiendo al público, es un trabajo que involucra su campo energético con los campos energéticos de muchas personas que demandan atención, presionan para que se les resuelvan problemas, o campos que chocan, provocando tensión en su interlocutor, lo cual como se menciono anteriormente es muy desgastante para el aura; estos trabajadores requieren más cuidado personal, tiempo a solas y descanso para recuperarse, que las personas que trabajan con objetos.


Barbara Ann Brennan escribe en su libro “Hágase la Luz” que el trauma más doloroso para el ser humano es la pérdida de un ser querido, por abandono, divorcio o muerte. Con su elevada percepción extrasensorial observó que sus clientes, traían sus chakras frontales desgarrados y que  ellos lo referían literalmente, como sí hubieran perdido la mitad de su propia vida.


En un divorcio, la parte que quiere separarse trata afanosamente de cortar todo vinculo físico, emocional, mental con su antigua pareja, pero lo único que hace es desgarrar los cordones energéticos suyos y de su pareja de manera drástica, lo que acarrea dolor, desorientación, choque emocional en ambos,  como sus cordones están desgarrados, vuelve a conectarlos a relaciones igual de negativas como la anterior relación, con lo cual desgarra más sus cordones energéticos relacionales y así continuará hasta que no se dé cuenta que tiene primero que reparar los cordones energéticos relacionales,  esto se logra cerrando círculos y sanando heridas emocionales,  antes de iniciar una nueva relación. Los cordones insanos no desean el cambio, los cordones sanos lo permiten. Esto se logra con trabajo personal, Psicólogo, terapia de Desarrollo Humano, Regresión a vida pasada, imposición de manos como Reiki y Bioenergética.


La intención en las relaciones es muy importante, ya que una vibración más poderosa atrae a otra más débil.  Cuando la intención es positiva ayuda a elevar la vibración baja, como era el caso del gurú de la India, Sathya Sai Baba, tenía su campo vibratorio muy elevado, que con su sola presencia, elevaba las vibraciones de los que acudían a verlo recuperando su salud física, emocional, mental y espiritual. Falleció a los 86 años de edad por neumonía, el 24 de abril del 2011, su culto a se había esparcido alrededor del mundo de tal manera que contaba con más de 1,200 ashrams, los centros de meditación y devoción del grupo, en al menos 114 países, y entre sus devotos se incluían influyentes políticos, celebridades, y grandes empresarios.  
Cuando la vibración es muy baja negativa pero la intención es muy poderosa, pueden deteriorar el campo energético menos poderoso de la persona a la que va dirigido; sí es con la intención de lastimarla,  provocándole malestar/enfermedad o de sanarla recuperando la salud, un ejemplo es la Santería que utilizan Vudú para dañar o curar a las personas.

También existen  los inmuebles que tienen una historia de sujetos que tenían una poderosa intención de causar dolor y sufrimiento a las personas que asesinaron; éstas dejaron sus vibraciones de dolor, lo que llaman “plasmas energéticos negativos”  o “actividad paranormal” que dañan la salud física, emocional, mental y espiritual de sus habitantes.

Ahora, nos preguntamos ¿ por qué cometemos los mismos errores, vida tras vida? En realidad todo inicia en nuestros pensamientos y creencias, que generan el grado de vibración con la que vivimos, para atraer los tipos de relaciones significativas que tendremos, son exámenes de las lecciones que tenemos que aprender en esta vida, ya que en la anterior no las aprendimos. Todo es parte de un Plan Divino, donde las relaciones que nos hacen sufrir o enfermar no son por sí mismas las causantes, sino nuestras reacciones energéticas, psicológicas entre las personas o circunstancias implicadas.