viernes, 24 de mayo de 2013

¿LOS FANTASMAS EXISTEN O SON MIEDOS DE ALGUNAS PERSONAS?


¿LOS FANTASMAS EXISTEN O SON MIEDOS DE ALGUNAS PERSONAS?

Todo ser vivo es energía positiva sutil envuelta en energía solidificada que le da una forma determinada, todo lo que conocemos tiene energía sutil envuelta en energía solidificada desde el planeta tierra, los elementos, reino mineral, vegetal, animal y los humanos, todo es químico y  matemáticamente perfecto. En la pirámide de evolución los niveles superiores se alimentan de esta energía sutil de los niveles inferiores, gracias a ésta existe la vida. Cuando la energía solidificada ya no es útil por estar enferma o ya no puede contener vida por lesiones mortales, la energía sutil tiende a dejar este cuerpo, para pasar por un proceso de aprendizaje para después volver a reencarnar en otro cuerpo nuevo.

Todos tememos a nuestra muerte, y no queremos hablar de ella, porque hemos olvidado que ya hemos pasado por esto miles de veces, que es una transición de esta dimensión a otra. De hecho todos los días hacemos un simulacro de la muerte, cuando nos dormimos, sin más ni más cerramos los ojos y perdemos la consciencia. Todas la culturas del mundo, tenemos remembranzas de lo que nos sucede al morir,  cuando en las condolencias decimos “descansa en paz”, “ pasó a mejor vida”, “esta con el creador” “esta en un mundo mejor”, “dejo de sufrir” etc.

El humano al momento de fallecer, “paso entre la vida y la muerte”, es descrita como “el alma pasa” por un túnel largo y oscuro, lo que es el cuerpo físico; el ascenso del alma, sucede cuando al final brilla una luz. Para los que tiene elevada percepción sensorial, la describen como un rayo luminoso que sale de la parte superior de la cabeza, en el chakra corona, que libera esta energía sutil. 

El alma es acompañada por su ángel o guía de nacimiento, es el mismo de toda la vida y de las anteriores y también es el que le acompaña en el momento de la desencarnación; además es  recibida por sus guías espirituales y familiares ya fallecidos. Es aquí donde ve pasar con rapidez, claridad y consciencia  los errores y aciertos, lo que aprendió, que tanto logro de su misión, así como lo que le falto por aprender de esta última vida, que es esencial para la siguiente reencarnación.  
Las dimensiones de las almas con cuerpo físico y sin él, son diferentes en tiempo, que para esta dimensión son días para la dimensión de los desencarnados son segundos.  Los nueve días del novenario o los nueve segundos de su dimensión, le sirven para cortar apegos a las cosas materiales que tenían en vida. Los cordones energéticos que no se disuelven son los genéticos, familiares y los afectivos. Después siguen la luz inmensamente brillante, siempre y cuando no tenga apegos, asuntos que resolver o emociones de culpa y miedo  que le impidan entrar en ella.

Hay una historia que habla de una madre que no acepta la muerte de su hijo, por lo tanto todos los días llora amargamente, una noche sueña con una puerta muy luminosa, por donde pasan muchas personas: hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, los observa detenidamente unos van alegres, algunos tranquilos, otros más, con mucha paz; al final de la hilera observa a su hijo que penosamente avanza con barriles de agua en sus hombros, al verlo en tan deprimente situación, se entristece y llora sin consuelo por él. Con asombro ve que sus barriles crecen y sus lágrimas son las que llenas esos barriles, son una pesada carga, que le impiden llegar a la luz brillante. Con lo cual la madre comprendió que su apego al hijo no lo dejaba avanzar a la paz espiritual.

También existen almas con asuntos pendientes, que no quieren avanzar hacia la luz brillante hasta no resolverlos aquí en la Tierra, como sabemos la diferencia de espacio-tiempo es diferente, sus familiares también mueren en lo que serían algunos días para ellos; las almas se quedan atrapadas en medio de las dos dimensiones como “fantasmas chocarreros”, escondiéndose de no ser atrapados ya sea por los “brillantes”  energías positivas o por las “sombras”  energías negativas.

Muchas de estas almas que están en algún lugar dando manifestaciones de tipo sonoro, kinéstesico, moviendo objetos,  presentándose como sombras o luces, están tratando de comunicarse con nosotros, por lo general piden ayuda; pero la mayoría de los mortales vivos, nos da miedo o no sabemos entender estos fenómenos paranormales y optamos por evadirlos,  ignorarlos o alejarnos, lo que mejor nos acomode. Lo mejor que podemos hacer por ellos es darles luz con oración y una veladora para que encuentren el camino hacia la “brillante luz”.
Cuando las almas son ignorantes respecto a su esencia, creen que han cometido muchos pecados, en vida no se acercaron ni por equivocación a su lado espiritual,  tienen miedo de avanzar hacia la luz, para no ir al infierno y sufrir una condena dolorosa y eterna. El planeta Tierra tiene una dimensión negativa donde sus habitantes se alimentan de la energía de  dolor y sufrimiento de las almas extraviadas. 

Si son capturados por los brillantes que son seres de luz, se puede decir que están salvados, ya que son conducidos a un centro de rehabilitación donde se les ayuda a curar traumas de muertes accidentales, de adicciones y enfermedades largas, con inmensa paciencia y amor. 

Si ya están rehabilitados son enviados a reencarnar a un planeta de igual vibración. En caso contrario se les dan varias oportunidades para sanar en amor si no aceptan la rehabilitación, son enviados a otra dimensión donde se depura la negatividad de esas almas, y son enviadas como energía primaria para la creación de nuevas formas de vida. En el Universo nada se destruye  todo se transforma. El Universo es Amor,  lo negativo  de  vibraciones bajas y oscuras se transmutan en positivas, vibraciones altas y  brillantes. Hay pocos planetas con energía negativa enferma, la Tierra es uno de ellos.

¿Por qué cometemos los mismos errores vida tras vida?






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